Albert Einstein visita Argentina:
El miércoles 1º de abril de 1925 Albert Einstein realizó un vuelo corto sobre la ciudad de Buenos Aires a bordo de un junker de la marina alemana que había llegado a Buenos Aires en vuelo de cortesía; lo acompañó la señora Wassermann. Este era su primer vuelo en avión; Einstein comentó luego cuánto lo impresionó esa experiencia, “particularmente el despegue” de la aeronave.
Albert Einstein y el ala:
En 1914, se traslada a la fría Berlín. Poco después la guerra lo sorprende y durante esta época el ambiente no es tampoco agradable para Einstein. Obligado durante la guerra a colaborar con el ejército, como tantos otros científicos, Einstein participa en el diseño del ala de un avión, que para su tranquilidad nunca llegó a volar.
En 1914, se traslada a la fría Berlín. Poco después la guerra lo sorprende y durante esta época el ambiente no es tampoco agradable para Einstein. Obligado durante la guerra a colaborar con el ejército, como tantos otros científicos, Einstein participa en el diseño del ala de un avión, que para su tranquilidad nunca llegó a volar.
Albert Einstein y el Enola Gay:
Todo el apoyo del físico a la creación de la bomba atómica se limita a escribir, en 1939 y en 1940, sendas cartas al presidente Roosevelt para incentivar el proyecto estadounidense de creación de la bomba atómica, el «Proyecto Manhattan». Las bombas fueron lanzadas desde el avión «Enola Gay» el 6 de agosto de 1945, cuando ya los alemanes, por motivos económicos, habían desistido de su fabricación. El piloto del avión «Paul Tibbets» terminó sus días en un psiquiátrico, y parece ser que Einstein, a la vista de los resultados, dijo que de haberlo sabido hubiese preferido hacerse fontanero.
Todo el apoyo del físico a la creación de la bomba atómica se limita a escribir, en 1939 y en 1940, sendas cartas al presidente Roosevelt para incentivar el proyecto estadounidense de creación de la bomba atómica, el «Proyecto Manhattan». Las bombas fueron lanzadas desde el avión «Enola Gay» el 6 de agosto de 1945, cuando ya los alemanes, por motivos económicos, habían desistido de su fabricación. El piloto del avión «Paul Tibbets» terminó sus días en un psiquiátrico, y parece ser que Einstein, a la vista de los resultados, dijo que de haberlo sabido hubiese preferido hacerse fontanero.
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